El asco

Se me hace que no sos más que un vil hipócrita que solo quiere sacar provecho de la fama de su deshauciado tío ahora que ha tenido cobertura mediática su triste situación de abandono. ¡¡Das asco!! (Anónimo)

Apareció, como siempre lo ha hecho, el comentario del ponzoñoso "Anónimo" en los post del blog. Lo hizo bañado con la característica de lameculario que lo identifica: Critica con resentimientos los aportes a la discución con ridículos argumentos.

Anónimo, me tacha de un "hipócrita" que pretende "sacar provecho de la fama" del anciano poeta jalapaneco, Julio Fausto Aguilera.

Si bien reconoce que la situación del escritor ha tenido cobertura mediática, en especial en las columnas de opinión en la prensa escrita, no termina de señalar cual ha sido el objetivo de hacer conciencia de la necesidad que el Estado reconozca el patrimonio del poeta.

No sé si el asco que asegura tener Anónimo es por la discusión desatada en favor de dignificar los últimos años del escritor o es una auto comniseración por su incapacidad de hacer aportes positivos a un tema, escudándose de un miserable anonimato, eso sólo hace confirmar que el verdadero autor del comentario también un miserable.

Es gracioso suponer qué tipo de beneficio se puede obtener con opinar al respecto de un tema. ¿Será que los columnistas de la prensa que han expuesto su opinión al respecto rascarán la olla de un posible aporte económico y reconocimiento que haga el Estado a la obra de JF Aguilera? ¿Será que lograré un desvío a mi favor de cualquier ayuda que le brinden al poeta? Realmente me es incomprensible que se aplaquen los esfuerzos que hace la familia, amigos o admiradores del señor que dedicó su producción literaria porque se lograra un país con convivencia y justicia.

Si decidí escribir unos post al respecto de JF Aguilera, es porque como guatemalteco, sí me da asco observar que la sociedad donde vivo espera hasta que muera alguien para decir "él era un buen hombre", "hay que reconocer la labor prolífica de fulano de tal", "debe rescatarse el patrimonio del poeta". Es el mismo asco que brota al saber que existen personas como "Anónimo" que usan las artes oscuras del sin-nombre para esconder su impotencia e ineptitud para dar la cara.

Y para que esté tranquilo, no trato de sacar beneficio de nada, tengo derecho de hablar lo que mejor me pegue en gana, que pueda ser una indignación, una crítica, un aporte a cualquier discusión nacional o simples divagaciones. Es el mismo derecho de eliminar los comentarios absurdos escudados por el anonimato que hacen los que solamente critican, por resentimientos o envidia, pero no aportan una solución al respecto.